Las jubilaciones quedaron entre las sogas del ring de la política: los efectos en los haberes y en el fisco del proyecto votado en Diputados
Foto: La Nacion.
El aumento de los ingresos sería de 7,2%, y cada año habría una suba por sobre la inflación si se cumple una condición; la iniciativa, rechazada por el Gobierno, busca emplazar a la Anses para pagar deudas acumuladas en los últimos años, y no incluye una previsión respecto de cómo financiar el gasto que generaría.
El proyecto sobre jubilaciones votado en Diputados, tras un acuerdo entre los bloques de la UCR, Hacemos Coalición Federal y el kirchnerista Unión por la Patria implicaría, si se convirtiera en ley y si esa ley quedara vigente, una suba de los haberes retroactiva a abril de 7,2%, y la posibilidad de que en marzo de cada año haya un aumento adicional a los reajustes mensuales por inflación (reajustes que, en la práctica, ya se están otorgando, dado lo establecido por el decreto de necesidad y urgencia 274. Además, habría una garantía de ingreso mínimo, que reemplazaría en la práctica a los bonos.
El aumento del 7,2% sería para compensar parte de la inflación de enero.
Ese mes fue uno de tantos en los que en los últimos años los jubilados perdieron poder de compra, algo que, no sin oportunismo político, en varios discursos políticos parece haber quedado en el olvido.
El proyecto sobre jubilaciones votado en Diputados, tras un acuerdo entre los bloques de la UCR, Hacemos Coalición Federal y el kirchnerista Unión por la Patria implicaría, si se convirtiera en ley y si esa ley quedara vigente, una suba de los haberes retroactiva a abril de 7,2%, y la posibilidad de que en marzo de cada año haya un aumento adicional a los reajustes mensuales por inflación (reajustes que, en la práctica, ya se están otorgando, dado lo establecido por el decreto de necesidad y urgencia 274. Además, habría una garantía de ingreso mínimo, que reemplazaría en la práctica a los bonos.
El aumento del 7,2% (que se detalla más adelante) sería para compensar parte de la inflación de enero. Ese mes fue uno de tantos en los que en los últimos años los jubilados perdieron poder de compra, algo que, no sin oportunismo político, en varios discursos políticos parece haber quedado en el olvido.
Solo en 2023, con la fórmula de movilidad del gobierno de Alberto Fernández y Cristina Kirchner y con una política discriminatoria y discrecional de pago de bonos, las jubilaciones perdieron entre 14,2% y 37,4% de su poder adquisitivo.
Si se comparan los ingresos de diciembre de 2023 con los de septiembre de 2017 (incluidos los bonos), la caída de la capacidad de compra fue de entre 26,2% y 55,4%, dependiendo del monto de los haberes.
10 de junio del 2024. THOMAS Tomás.
Fuente: La Nacion, 7,52 Hs.